viernes, 24 de octubre de 2008

El fútbol femenino toma Galicia

El fútbol femenino toma Galicia
De seis equipos en 1994 se ha pasado a 41 en la actualidad. El interés se propaga y en los últimos dos años han aparecido 24 nuevos clubes


Rubén Darío Rodríguez (La Opinión de A Coruña)
La progresiva avalancha de nuevos equipos femeninos en el ámbito del fútbol gallego viene a enterrar paulatinamente la tópica y cada vez más trasnochada concepción de que el balompié es un deporte sólo para hombres. En 1994 había en Galicia seis clubes de chicas que competían de forma no federada. Catorce años después están federados 41, cinco en el grupo II de la Liga Nacional y 36 repartidos en tres grupos de la Primera División Autonómica. En 2007 se registraron diez nuevas entidades con respecto al año anterior para comenzar a jugar en la liga gallega y en 2008 nacieron catorce equipos más.

En los últimos diez o quince años el fútbol femenino ha despuntado de manera más notable en la provincia de Pontevedra. Dos y tres décadas antes, en cambio, el club de referencia en Galicia era el Karbo de A Coruña, fundado por José Mañana en 1970 en el colegio herculino de la calle Ramón Cabanillas, en Os Mallos.

El Karbo fue campeón de Galicia en los años setenta, ascendió al único grupo que existía de Liga Nacional y ganó la Copa de la Reina en 1981. Un año después fue absorbido por el Deportivo y ganó más ligas nacionales, que sumó a la que había conquistado en 1982. Por aquellos años existían también el Chorima de Ferrol, el Celta, el Virgen del Rocío vigués o el Maravillas coruñés. Algunos equipos desaparecieron, otros resurgieron años más tarde y el fútbol femenino gallego se fue escondiendo.

Hace catorce años fueron el Atlético Arousana, el Grove y el Amanecer, los que junto a los coruñeses Aguiño, Val do Ulla y Lampón reactivaron la fiebre y formaron una liga no federada para enfrentar a sus equipos. Doce meses después ya compitieron de forma oficial. Pasaron los años. La consolidación de la Superliga al amparo de la Real Federación Española de Fútbol, el incremento -aunque leve- de la expectación mediática que generan algunas competiciones internacionales, el fomento que los ayuntamientos y la Xunta han dedicado al deporte femenino y la desatada tendencia de las jóvenes a seguir y practicar modalidades tradicionalmente reservadas al género masculino son algunas de las causas que explican que en España y Galicia haya aumentado de forma evidente el número de futbolistas femeninas.

Así, hasta 2004 sólo existía un grupo de 13 equipos en el torneo autonómico gallego. Aquel año la sociedad viguesa El Olivo constituyó su plantilla de chicas y su aparición y posterior apogeo en la Liga Gallega y en la Liga Nacional -hasta el extremo de llegar a pelear por el ascenso a la Superliga en junio pasado- hizo brotar la fiebre de equipos femeninos en la comunidad.

La campaña 2004-05 reunió a 13 clubes en la competición gallega; en la 2005-06 se formaron ya dos grupos de seis y ocho equipos y el Boiro y el Erizana fueron los campeones; en la 2006-07 ya había 16 conjuntos en otros dos grupos dominados por el Friol y el Boiro. El año pasado vieron la luz el Orzán, Galicia Gaiteira, Melide, Taragoña, Tordoia, Portosín, Alondras, Ponteareas, Silleda y O Condado. Y en el verano de 2008 se federaron por primera vez el Pastoriza, Orzán B, Escuela de Fútbol Racing de Ferrol, Crocha, As Pontes, Santa Minia, Noia, Barbadás, Coya, Salcedo, Rápido de Bouzas, Gondomar, Cruceiro de Hío y Soutomaior, lo que ha obligado a la configuración de un tercer grupo en la Liga Autonómica.

Esta explosión desemboca en un aumento de nuevas formaciones, pero su evolución no es uniforme y en algunos casos no experimenta un crecimiento tan notorio. En el primer año se apuntan 25 chicas, pero algunas abandonan el club a mitad de la temporada y en el curso siguiente el número desciende a 14. Es lo que le ha ocurrido al Tordoia, por ejemplo. La tendencia inversa la representa el Orzán coruñés, en el que en 2007 los técnicos contaban con una docena de futbolistas y ahora entrenan con más de 60, entre ellas alevines y benjamines en plantillas mixtas. En una línea intermedia se encuentran, por ejemplo, los pontevedreses Bértola y el Guardesa, que, como la mayoría de clubes, cada año dan cobijo a entre 18 y 22 jóvenes apasionadas del balón.

El Orzán recluta niñas, el Gaiteira se estabiliza y el Pastoriza se estrena

El Orzán y el Galicia Gaiteira son los dos clubes de la ciudad de A Coruña que en los dos últimos años se han convertido en el vivero de las futbolistas más sobresalientes de la provincia. La mayor parte de sus chicas procede del fútbol sala, pero hay algunas que ahora retoman un deporte que tenían arrinconado y otras que por primera vez se calzan las botas. Las directivas, animadas por la demanda de chicas interesadas en jugar al fútbol, decidieron reavivar una sección que tuvieron hace décadas y se encontraron con un grupo de jóvenes entregadas al balón. El Gaiteira lleva dos años trabajando con alrededor de 25. El Orzán incrementó su cifra y ya entrena a niñas de entre 6 y 9 años durante la semana.

Uno de los últimos coruñeses en apuntarse a este boom ha sido el Pastoriza, cuya creación fomentó su presidente, Carlos Porteiro. Sus 27 jugadoras, de entre 12 y 26 años, nunca habían jugado al fútbol. Hay más recién llegados: el Racing de Ferrol, con chicas que proceden del fútbol sala o nunca habían jugado; o el Crocha de A Pobra, con adolescentes del municipio que dan el salto del parqué al césped.


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