martes, 9 de diciembre de 2008

La RFEF propone una 'nueva' Superliga, con clubes de la LFP

La RFEF propone una 'nueva' Superliga, con clubes de la LFP
Se dividiría en dos grupos, para dar acceso automático a los nuevos equipos y con ello busca una mayor repercusión mediática y facilitar la entrada del Real Madrid


Manuel Galán (Futfem.com)
La RFEF quiere dar un vuelco a la Superliga para la próxima temporada a espaldas de los clubes, muchos de los cuales aún no tienen siquiera constancia por escrito de esta propuesta. 'Revolución' para dar un nuevo impulso al fútbol femenino nacional. La nueva máxima categoría pasaría por la creación de dos grupos de competición, donde los equipos de la Liga de Fútbol Profesional podrían crear su propia escuadra para que compitiera en ella desde el principio, sin necesidad de ascender de categoría sucesivamente hasta alcanzar la división de honor.

Así se venía negociando en el seno del organismo federativo hace meses y se ha encargado de confirmar el propio seleccionador, Ignacio Quereda. Al estilo del fútbol americano, en la que hay dos ligas (AFC –donde compiten los equipos “pioneros”- y NFC) cuyos campeones se cruzan en eliminatorias hasta llegar a pelear por la Super Bowl, se crearían dos grupos de competición, de forma que se respetarían a los equipos “clásicos” (que se ganaron en su día el ascenso) y se daría la opción de inscribir a nuevos equipos, si bien a largo plazo, la competición pasaría a ser de un grupo único. Los equipos que crearan su escuadra de féminas tendrían la obligación de crear un primer equipo, un filial y categorías inferiores o escuela de fútbol para las chicas.


LOS PAÍSES BAJOS, LA REFERENCIA
La inesperada derrota de la selección española a manos de la de los Países Bajos en la repesca para la próxima Eurocopa ha provocado que en el seno de la RFEF se inspiren en el modelo neerlandés, que se estructuró la pasada temporada en una máxima categoría donde los equipos de la Eredivisie masculina competían con sus respectivos equipos femeninos, al estilo del modelo que se pretende implantar en nuestro país. Ello pretendería ser un estímulo para que, con el reclamo de los equipos de fútbol profesional, aumente el número de fichas, estancado hace años pese a que el propio seleccionador nacional ambicionaba hace cuatro años que para 2014 se alcanzarían las 100.000 fichas y actualmente apenas se superan las 12.000.
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LOS MOTIVOS DEL NUEVO MODELO
Esta “vuelta de tuerca” a la competición viene impulsada por varios frentes. El primero de ellos es el propio reglamento de la RFEF, que impide a los equipos ser registrados con el nombre de su patrocinador (al contrario de lo que ocurre en otros deportes, como el baloncesto). El Título III del Artículo 106.5 del Reglamento General de la RFEF establece que “(...)Los clubes filiales no tendrán la misma denominación que la del patrocinador (...)”. Esta medida, por ejemplo, impedía que a título federativo, el CD Hispalis fuera considerado como Sevilla FC en los años que permaneció en la élite como patrocinador, lo que motivó, entre otras razones, la no continuación del equipo sevillista con el patrocinio de la entidad del barrio del Cerro del Águila al amparo de su descenso de categoría.

La reforma de los estatutos federativos, que se podría hacer en una Asamblea Ordinaria de la RFEF, la intentó impulsar (sin éxito) el seleccionador nacional, al considerarla clave para motivar la aparición de equipos cuya relevancia social habría dotado de mayor repercusión al fútbol femenino español (en clara alusión al Real Madrid CF).


OSASUNA, VILLARREAL, MALLORCA Y... ¿REAL MADRID?
La ampliación de la Superliga el año pasado a dieciséis equipos facilitaría la creación de un nuevo grupo para la competición, pues en caso de que no todos los de la LFP dieran el paso inicialmente, el nuevo grupo se podría completar con los que sí están dispuestos, conformándose una división con la suficiente cantidad de equipos competidores más algunos de los que ya están en la máxima categoría (si Real Madrid, Osasuna, Villarreal, Mallorca, Sevilla y otro club más diera el paso, ya habría dos divisiones de once equipos cada una).

Este proyecto se viene conformando desde hace meses. El 21 de Abril se hicieron públicos los primeros contactos, por boca del propio Ángel María Villar, que se reunió con Patxi Izco, presidente de Osasuna, y manifestó lo siguiente: “Hemos hablado en general de la situación en que está Osasuna y sobre todo de fútbol femenino” sin dar más explicaciones. Precisamente, el equipo rojillo y el Lagunak, ascendido esta temporada a la Superliga, han intentado en varias ocasiones llegar a un acuerdo de patrocinio pero, finalmente, las negociaciones entre ambos no han fructificado.
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Más ejemplos. El Sevilla FC, que con motivo de la celebración del centenario de la entidad se decidió a dar cobijo al fútbol femenino valiéndose de la presencia de un equipo sevillano (el CD Hispalis) en la división de honor, terminó por desestimar esta vía a largo plazo al no prosperar la modificación estatutaria. No obstante, a raíz de las negociaciones para crear esta nueva competición, optó por crear un equipo propio, con la esperanza de que esta idea de la RFEF se plasme lo antes posible y “ahorrarse” el paso por Liga Nacional, pues actualmente compite a nivel Regional. De hecho, el presidente de la entidad blanca, José María del Nido, ya se manifestó en este sentido el pasado 5 de junio, asegurando que el Sevilla FC estaba “negociando tener un equipo en Superliga y que se creen dos grupos. Apretaremos lo necesario. Si no, lo tendríamos en segunda”.

No sólo los nervionenses estaban atentos a lo que podría ocurrir, ya que el RCD Mallorca creó para esta temporada otro equipo femenino en categoría regional, y otros, como el Villarreal CF, también cuentan con estructura de fútbol femenino. El propio Real Madrid CF, cuya presencia se vinculó durante mucho tiempo al ascenso del CF Pozuelo a la máxima categoría prefirió no dar el paso definitivo esta temporada.


LOS 'HISTÓRICOS' NO PERDERÍAN SU PLAZA
¿Y qué sucedería con los equipos que lograron ascender por méritos propios? La opción de los dos grupos los compensaría, aunque a largo plazo el objetivo sería reducir la competición a un grupo único. La Segunda División B masculina pone de manifiesto la escasa repercusión de una competición dividida en varios grupos, por lo que la reunificación es la única vía que garantiza un seguimiento más sencillo para los aficionados y propicia una mayor repercusión mediática.

Hay que recordar que la división de honor se estructuró hasta la temporada 1995-96 como un grupo único, y desde la siguiente campaña y hasta la 2000-01, se dividió en cuatro categorías cuyos campeones se cruzaban en una “final a cuatro”. Este modelo involutivo, impulsado por la RFEF, fue muy criticado y finalmente rechazado por los clubes, que en la 2001-02 –con las reticencias de órgano federativo y tras posponerla un año más de lo previsto– retomaron el formato anterior, conformando la actual Superliga.

De hecho, el propio Ignacio Quereda fue reacio inicialmente al formato de la Superliga, pero la labor de clubes como el Levante (entonces dirigido por Antonio Descalzo, uno de los impulsores de la competición actual), Irex Puebla o CD Hispalis, entre otros, paliaron el resquemor inicial del ente federativo, que no veía con buenos ojos la vuelta a un formato que entendía que años antes se había deshechado por “los elevados costes” que suponía para los equipos, que solían ser difícilmente asumibles, teniendo en cuenta la escasa o nula presencia de la competición en los medios de comunicación, lo que dificultaba en gran medida su rentabilidad y que, con este proyecto se pretende revertir.

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