Júbilo, euforia y deseo se han convertido semanalmente en el triunvirato
de sentimientos de los aficionados a la Unión Deportiva Las Palmas tras
la conclusión de cada partido de su amado equipo. La temporada que está
cuajando el equipo amarillo provoca que el éxtasis y la imaginación se
disparen en la mente de los grancanarios. El ascenso ha pasado de ser un
deseo utópico a ser el objetivo de la temporada por lo que parece ser
que no ascender sería un fracaso. Y bien, ¿qué pasaría si no se asciende?
En primer lugar, habría que reconocer el trabajo que hasta entonces se
haya hecho pues si bien no se ha logrado el mayor de los éxitos, la
tarea que a día de hoy ha cuajado la plantilla es más que meritoria. Sin
embargo, en caso de no ascender, el sabor del premio de haber realizado una gran campaña será demasiado amargo vista las expectativas creadas.
Tanto si el equipo no logra meterse en promoción de ascenso como si cae
en los enfrentamientos en el playoff, las consecuencias serán
devastadoras en el ánimo de los seguidores. Tras tantos años en el
infierno, esta temporada el equipo vuelve a sentirse grande y sólo podrá
asegurarse el mantenimiento de ese sentir si el año próximo compite en
Primera División.
En el plano deportivo hay que recordar que dos de los jugadores más
importantes hasta el momento en la plantilla: Thievy y Murillo, son dos
hombres que están de préstamo en el club y que el próximo 30 de junio
dejarán de estar vinculados a la casa amarilla. Además, si ya de por sí
parece difícil retener a Vitolo aunque el equipo logre el ascenso; en
caso de que no se consiga el objetivo, su marcha puede darse por segura.
Otros jugadores que han destacado notablemente, provocando intereses de
equipos de la máxima categoría, como Hernán o los hermanos Castellano
podrían emigrar si la oferta económica y deportiva mejora a la de la
Unión Deportiva.
Y entonces ¿qué ocurrirá? Puede que se viva otra pretemporada en la que
se prometerá al aficionado mejorar el rendimiento del curso anterior
realizando fichajes de renombre o puede que haya que hacer frente a la
realidad económica del club y volver a apostar por el proyecto de
cantera en una regeneración de la plantilla, como ya ocurriera en el
verano del 2010.
En el caso del entrenador, el presidente ya ha dado por hecha la
renovación de Sergio Lobera y el aragonés ha manifestado en varias
ocasiones que él estaría encantado de firmar ahora mismo. La continuidad del proyecto de la ambición y la ilusión está íntimamente ligada a la continuidad de Lobera.
Parece ser, que sin haberlo planeado, esta temporada se ha convertido en
crucial para el devenir del club. Ascender ha pasado de ser una quimera
a casi una obligación si se quiere seguir con esta línea de grandeza y
respeto que se siente.
Restan 20 jornadas por delante, 60 puntos en juego. El "Tourmalet"en el
cuál la Unión Deportiva se enfrenta a todos sus rivales directos se
avecina a principios del mes de febrero y concluirá a mediados en marzo.
Será en este período en el cuál se puedan medir las opciones reales de
ascenso. Pase lo que pase, hay que estar mentalizados y preparados para
lo peor porque cuánto más altas sean tus expectativas, más doloroso será el fracaso.
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